Grupo Efímero Teatral Sapere Aude
El limbo es un espacio y un tiempo, sin espacio y sin tiempo. Es el lugar de lo indefinido, lo que no está en ninguna parte, lo que vaga sin rumbo fijo, y es el tiempo que no pasa, que se repite infinitamente hasta convertirse en eterno. La obra dirigida por Santiago Sanguinetti y Yamandú Fumero nos sitúa frente a esa frontera vacía, en un plano que es fijo, que no evade la mirada sino que la concentra y que, siendo creación de dos artistas jóvenes, no apela en la puesta a lo fragmentario sino a lo permanente.
Dos personajes, Señorita Vodka y Señorita Margot, habitan en este espacio lúgubre donde las dudas y las preguntas existenciales abundan: ¿están vivas o están muertas? Aparentan vivir en una pena eterna, extraviadas, abandonadas, sin definición ni destino. El encontrarse en un no lugar no les permite definirse ni identificarse, por tanto se desconocen mutuamente.
Pararse desde el limbo para escribir un texto teatral parece ser un acto de rebeldía o, mera coincidencia. La existencia del limbo ha sido cuestionada por la propia Iglesia católica y su actual Papa Benedicto XVI. A su vez, escenificar el reino de lo inmóvil es una postura creativa que corre en contra de la actual era del zapping que invade casi el cien por ciento de los planteos estéticos del teatro joven. Coincidencia o no la puesta provoca al espectador desde su propio título.
En Limbo la escena se inunda de hojas secas que tornan el ambiente de un color ocre. Las tenues luces de unas pocas velas iluminan lo necesario y dejan asomar el peso de las penumbras. Una casa derruida es el signo de lo presente, de lo que vemos y seguiremos viendo constantemente como lastimoso tiempo actual. En ese presente se mezclan las angustias del tiempo pasado y también las que provoca un futuro que se espera, pero que nunca llega. Los personajes y los músicos que habitan en ese sitio lucen el tono de lo caduco y la pena eterna que los invade surge de los rostros y los sonidos que emiten.
Un diálogo entre Señorita Vodka y Señorita Margot se repite invariablemente en la búsqueda de un nuevo destino y de una explicación a sus existencias (o no existencias) Otros dos personajes, Pos (narrador) e Ishta (¿la muerte?), irrumpen en su rutina para encaminarlas quizás hacia otros rumbos más oscuros. Esos quiebres sólo generan más dudas. Entre los cuatro personajes se establece un gran juego de preguntas existenciales que parecen nunca encontrar respuesta.
Limbo recrea un tiempo y espacio alterno desde el que se cuestiona lo real. Con un texto, por momentos, excesivamente poético, provoca desde la propia escenificación del espacio, sin necesidad de más palabras. La obra, que es espectáculo invitado en el Teatro El Galpón, recibió una Mención Honorífica en el Concurso Literario Municipal 2006 y fue ganadora del Proyecto Mec Programa 2007.
Texto: Santiago Sanguinetti
Dirección: Yamandú Fumero, Santiago Sanguinetti
Teatro: Sala Dos Teatro El Galpón
En cartel sábados 21 hs y domingos 19:30 hasta el 16 de diciembre.
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