“En los últimos
años se ha hecho evidente el crecimiento de un arte escénico nuevo,
virtualmente desconocido en el Uruguay hasta hace dos décadas y en
América Latina hasta hace tres: la narración oral. Paradójicamente,
no es sino el reconocimiento del arte más antiguo imaginable: el de
contar historias.” Néstor Ganduglia.(*)
Es propio
e innato de la especie humana el contar historias. De generación en
generación se transmiten relatos que con el pasar de los años van
mutando y adquiriendo nuevos sentidos entre emisores y destinatarios.
La forma más pura de ficción, la herramienta más básica de
comunicación: el cuento. Como práctica de cercanía es, sin
embargo, una tradición que va perdiendo terreno frente a la
mediación tecnológica que nos circunda. El grupo Laberinto
Narradores busca atesorar esta práctica milenaria y es por ello que
viene realizando una serie de espectáculos en los que dejan plasmada
la fortaleza de la narración oral como arte escénico.
Su última
presentación fue creada en el mes de la mujer y bajo el título
Historias Sabrosas reúne un conjunto de relatos que acercan
al público a un universo femenino alejado de los clichés de género.
Curiosamente el leitmotiv que actúa como nexo de estas
historias es la cocina y sus derivados, sitio emblemático de
opresión y sumisión de la mujer puertas adentro. La selección de
textos adaptados por el grupo reúne a autoras como Isabel Allende
(Cocinando desnudos), Ángeles Mastretta (La tía Clemencia), Laura
Esquivel (Como agua para chocolate), Mónica Montañés (La
Indecisión), Numancia Rojas (Salir) y un texto propio de Margarita
Cuadro, integrante del grupo (La receta perdida). Historias de
mujeres, escritas e interpretadas por mujeres. El espectáculo sin
embargo no cae en la arenga feminista ni en la lucha de géneros. El
trabajo de selección de textos y de canciones, así como la puesta
en escena propuesta por la directora Paula Caballero, busca
transportar hacia un mundo de imágenes sensoriales que, desde la
sugerencia de olores, texturas y sabores lleven al espectador-escucha
hacia esos pequeños universos narrados.
El contar
es un arte y son pocos los que tienen el talento de atrapar la
atención del otro con su relato. Las narradoras Narda Ramos, Mónica
Velázquez, Margarita Cuadro y Graciela Chamsarian despliegan cuatro
formas de contar diferentes, en sus ritmos, entonaciones y cadencia.
Despojadas de grandes artilugios, tan solo con el micrófono en mano
y la cercanía de su platea, abren un abanico de escenas ricas en
imágenes, personajes y situaciones que rondan entre el humor, el
erotismo, el amor, el desamor y la nostalgia. Cada una demuestra con
creces que el narrar puede ser un arte escénico, desde el trabajo
gestual, vocal y corporal del propio narrador, hasta el sinnúmero de
imágenes que levantan sus detalladas descripciones. Así resulta
fácil visionar la transformación de un hombre que se trasviste por
primera vez, observar el plato de codornices con salsa de pétalos de
rosa y hasta sentir su olor e imaginar a la abuela que creó un
cuaderno de recetas antiguas.
La voz
como herramienta se hace presente para construir este universo
puramente femenino. La selección de relatos es acompañada por
música interpretada en vivo por las propias narradoras y la elección
de canciones potencia el sentido de las historias escuchadas (como
por ejemplo Mi revolución de 4 pesos de propina que actúa
casi como un himno, una bandera) Este espectáculo fue presentado en
el marco del mes de la mujer en el Museo del Gaucho y de la moneda
bajo el lema “del corsé al movimiento”. Es por ello que la
directora Paula Caballero decidió vestir la escena con bicicletas ya
que, al decir de las narradoras, son las únicas cadenas que otorgan
libertad. De algún modo este sentir se traslada a esas historias
sabrosas, que pintan a un sinnúmero de seres femeninos que
encuentran en la cocina razones para despegar hacia otros mundos y
demostrar sus fortalezas y en la voz el resumen de que no solo con el
movimiento se puede llegar bien lejos.
Ana
Laura Barrios
(*)Ganduglia,
Néstor. La narración oral, teatro de la memoria. La cotidianidad
como escenario de lo mágico. En: El teatro fuera de los teatros.
Coord. Gustavo Remedi. Montevideo: CSIC, Biblioteca plural, 2015.
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