11 de octubre de 2009

Setiembre escénico. Gris Mate: La humanidad tangible

Gris Mate es la primera obra de la compañía vasca KatuBeltz y estuvo presente en Montevideo el viernes 25 de setiembre en el Festival internacional de artes escénicas del Uruguay. Iñaki Rikarte es el autor de esta obra, en la que también participa como actor en el rol de un estudiante frustrado que intenta matar a Dios. Luego de la presentación el grupo de actores y técnicos participó de un taller en donde se intercambiaron ideas en torno al proceso creativo de esta obra.


El teatro desde la
imagen. La resonancia de una imagen impulsó a Iñaki Rikarte a crear el universo de Gris Mate. Una fotografía del francés Gilbert Garcin impresionó a este joven actor y dramaturgo que sintió la necesidad de contar sobre el escenario la historia personal de su vínculo con esa imagen: un hombre solo, parado en el centro de una diana, que dispara una flecha hacia el cielo. La simbólica puesta en escena de Garcin en aquella fotografía generó un sinnúmero de preguntas que Rikarte desplegó a modo de búsqueda textual. El resultado de esa búsqueda: un tiempo escénico suspendido en algún lugar, un universo absurdo tan trágico como cómico, tres seres insólitos tan extraños como reales.

En el discurso de estos tres personajes (un estudiante frustrado, un limpiabotas sin memoria, un peluquero en paro) la humanidad se vuelve tangible. Sus sufrimientos y anhelos los invaden y a su vez los exceden para contagiarse entre sí y apoderarse de la atmósfera. En una ‘aparente’ coincidencia se encuentran en esta suma de círculos, en un fragmento de tiempo escénico que construye su presente, sobre una gran diana que los contiene y los transforma en posibles blancos de un trágico final. Desde esa posición todas sus acciones y el devenir de sus parlamentos convergen, a la vez que se disipan entre un tiempo pasado difuso y un futuro incierto. La lógica de este espacio sin sentido no puede ser otra que la del absurdo.

¿Una flecha dirigida al cielo para matar a Dios o para contemplar un suicidio? Es la pregunta que una y otra vez se hace el estudiante frustrado a sí mismo, a sus compañeros de escena y al público presente. El absurdo nace y crece desde una acción sencilla gestada por la fuerza de la misma mano: que puede liberar o condenar para siempre al personaje según el destino que otorgue a la flecha. Mientras se trata de desentrañar ese posible rumbo el gris todo lo invade. Todo lo cubre y lo agobia, desde lo alto, desde un cielo cargado que no se ve, que es lejano e imaginario.

¿Cómo escapar al vacío? Rikarte cree en la ilusión de sus personajes como sostén final de sus existencias: “Los personajes responsabilizan de su situación a un Dios degradado como símbolo. Entiendo a la poesía como religión del hombre contemporáneo, como su método de salvación.” Así en la palabra el existencialismo toma desgarradoramente su protagonismo.

El texto, escrito por un actor, centraliza su poder en los personajes y la palabra a modo de juego poético. La compañía solicitó a la directora Charo Amador que llevara adelante la puesta, en la que diferenció marcadamente a cada personaje asociando a cada uno con un elemento clásico: el estudiante con el fuego, el limpiabotas con la tierra y el peluquero con el aire. Así el estudiante es el portador de las flechas rojizas dadoras y quitadoras de vida, el limpiabotas carga con sus herramientas de trabajo en un devenir lento y cansino que lo empuja hacia el suelo, y el peluquero corta con sus tijeras el viento siendo un bailarín y coreógrafo en sus movimientos corporales. El cuarto elemento, el agua, se hace presente desde la promesa (la ilusión) del cielo gris de descargar una lluvia que nunca llega.

Para Rikarte sus personajes se convierten en antihéroes. Son héroes porque pasan a la acción, pero su lucha está inmersa en un contexto ridículo bajo la lógica de lo absurdo. En ese universo ellos juegan y sueñan para lograr sostenerse, para evitar caer en el vacío.

Pienso luego existo.Las palabras nos dan la ilusión de existir, son generadoras de mundo. Ninguno de estos tres personajes pone en duda lo que el otro dice”, afirmó el autor. El texto intenta construir una existencia natural para sus personajes, más allá de la lógica paralela en la que se encuentran.
Un personaje sin Dios, otro sin trabajo, y el tercero sin pasado, sus carencias vitales son salvaguardadas por su grado de ilusión. Esa ilusión es creada por Rikarte desde la palabra, en el refugio natural para sus personajes y los actores: la verdad escénica.



Gris Mate

Texto: Iñaki Rikarte
Dirección: Charo Amador
Elenco: Iñaki Rikarte, Alberto Huici, Alberto Castrillo-Ferrer.

http://www.katubeltz.com/
http://www.youtube.com/watch?v=RQNPTQkmu8g